Rosalía Paniagua admitió haber estrangulado al ingeniero Roberto Wolfenson con un hilo de su collar tras una discusión. Dijo que no tuvo intención de matarlo.
Rosalía Soledad Paniagua, la empleada doméstica acusada de asesinar al ingeniero Roberto Wolfenson en el country La Delfina de Pilar, confesó el crimen durante la segunda audiencia del juicio oral. Aseguró que todo comenzó con una discusión que “se le fue de las manos” y relató que utilizó un hilo de su propio collar —con el nombre de su hijo— para estrangular a la víctima.
“Me siento avergonzada. Me voy a hacer cargo de lo que hice por mis hijos; ya no viene al caso seguir mintiendo”, declaró ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de San Isidro, presidido por Esteban Andrejin. La mujer explicó que su entonces empleadora, Graciela Orlandi, le había pedido revisar el celular del ingeniero, lo que desencadenó el conflicto.
Según su testimonio, Wolfenson la descubrió intentando tomar el teléfono y reaccionó violentamente. “Me empezó a decir cosas malas, me agarró de los pelos y me cacheteó. Todo se me nubló cuando me insultó. No quise lastimarlo, pero se me fue de las manos”, dijo.
Paniagua detalló que, en medio del forcejeo, lo tomó del cuello y lo presionó con las manos, el codo y finalmente con un hilo del collar que llevaba puesto. Luego abandonó el lugar con el celular del fallecido, que más tarde intentó vender. “No sabía si estaba muerto. No quería hacerle daño”, aseguró entre lágrimas.
La acusada contó que arrojó el hilo y destruyó el teléfono tras la insistencia de su marido, quien desconocía el crimen. “Mi intención no fue robar ni matar al señor. Me hago cargo, pero no fue mi intención. Por mi culpa estoy separada de mis hijos”, concluyó ante los jueces.
El juicio continuará el viernes próximo con los alegatos de la fiscal Laura Capra, la querella y la defensa oficial, a cargo de María Dolores Gómez.





